Entre Hombres y Mujeres El Dolor es Diferente
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Por: Dr. Norman González Chacón
Todos sabemos que asisten más mujeres a las oficinas de los médicos que varones, eso nadie lo duda. Varios "expertos" que tomaron parte en el "IX Congreso Internacional del Dolor", que se celebró en Viena, Italia con unos 6 mil participantes, concluyeron de acuerdo a varias investigaciones internacionales que existen diferencias específicas en la forma en que cada sexo siente el dolor y "que el umbral del dolor de las mujeres es más bajo que el de los varones, ya que las mujeres sienten el dolor con mayor intensidad y sufren con mayor frecuencia dolores crónicos que los pacientes masculinos". Según Judith Turner, terapeuta de la Washington School of Medicine, de Seattle diferentes formas de dolor como la migraña y determinados dolores de la mandíbula, son más frecuentes entre las mujeres, que entre los hombres.
Los científicos estiman que estas diferencias se deben no sólo a los diferentes sistemas hormonales, sino, que también tienen que ver con la estructura del organismo femenino o con el hecho de que las mujeres sufren más de depresiones. Ellos hacen estas conclusiones basándose en otros estudios que demuestran que los pensamientos negativos en los pacientes pueden intensificar y prolongar el sufrimiento del dolor físico. Sin embargo, la Dra. Turner indicó que "todos estos factores se agrega el hecho de que la sociedad y los médicos tratan de forma diferente el dolor según el sexo: de las mujeres se espera que aguanten más el sufrimiento. Además, los médicos toman más en serio y tratan con mayor interés y eficacia los dolores de los varones".
Karen Berkeley, catedrática de la Universidad del Estado de la Florida que también estuvo presente en el Congreso, aseguró que, según sus observaciones, los hombres cuando sufren algún dolor suelen pedir, con más frecuencia que las mujeres, la aplicación de los métodos avanzados para aliviar el dolor. Lo que parece indicar que los hombres sienten el dolor con más intensidad o que sencillamente, tienen menos capacidad de soportarlo.
Muchos de los asistentes al Congreso estuvieron de acuerdo que la diferencia entre hombres y mujeres en cuanto a su resistencia a soportar el dolor se debe a las diferencias hormonales. Se sabe que cualquier alteración hormonal da lugar a que se desaten una serie de reacciones en cadena que pueden producir síntomas diversos y dolores corporales de todo tipo. El dolor es un aviso que el cerebro envía de que algo anda mal, la capacidad de soportar el dolor es proporcional al sentido de resistencia y de tolerancia que la persona desarrolla y las mujeres han demostrado que pueden adaptarse al dolor con más resignación que los varones.
El estudio no informa si las mujeres encuestadas habían parido de forma natural, ya que este evento es una prueba de la capacidad femenina de soportar el dolor. Las que se preparan mentalmente pujan las contracciones como algo muy natural, mientras que las que no están preparadas gritan desconsoladamente cuando sufren las contracciones del parto.
Luego de haber parido, la capacidad de tolerancia al dolor aumenta significativamente debido a que, en la mayoría, los dolores de parto se transforman en una experiencia agradable que deja resultados positivos.
La mentalidad médica de no tomar en cuenta el dolor de las mujeres en la misma forma en que se atiende el dolor de los hombres, es otra forma de discrimen que sufren ellas debido a su género. En el estudio tampoco se señalan las edades fluctuantes de las encuestadas, pero sabemos que en las conclusiones se le da menos importancia a las señales de dolor que sufren las mujeres mayores de 50 años, en comparación a las más jóvenes. Esto puede ser debido a que se considera que los achaques después de la menopausia incluyan una serie de dolores no específicos que pueden variar en intensidad y lugar, dependiendo el balance de las hormonas, del estado anímico, las condiciones del tiempo, la fase lunar y los medicamentos que esté tomando. Por lo general, el médico receta algún analgésico para aliviarlos, pero se sabe que después de un tiempo son ineficaces.
Que sean las mujeres las que acuden con más frecuencia a las oficinas de los médicos en busca de ayuda para sus dolencias, debe ser la razón para que se les dé más importancia a las diferentes quejas que ellas presentan debido a que son las que más beneficios económicos le generan al sistema. Sin embargo, aunque se diagnostica de forma muy precisa, no se receta con la misma eficacia ni se alivian los sufrimientos de acuerdo a las expectativas del paciente que acude en busca de ayuda.
Debido a que las mujeres, sufren más la complejidad inherente de su sexo, los profesionales de la salud tenemos que ahondar más en este asunto para desarrollar técnicas multidisciplinarias que puedan ayudar eficazmente cada uno de estos casos en sus necesidades individuales. En la medicina natural, existe una gran variedad de terapias que pueden ajustarse bien a las necesidades de cada caso y su aplicación puede ser la alternativa o el complemento perfecto para tratar aquellos achaques que desde la perimenopausia comienzan a restar energía y a provocar dolores y angustias para los cuales existen tratamientos muy eficaces.